Discolas

Como todos sabemos, uno de los temas que más nos reprochan los adultos es la llamada ¿Rebeldía?, que mostramos ante la vida y nuestro crecimiento, como por ejemplo en el punto de vista de la moda, pero no solo hablamos de moda de alta costura si no que la moda urbana que marca tendencias, y que trascendió durante varias generaciones, aquellas que alguna vez fueron utilizadas por nuestro padres y abuelos.

Mucha gente nos cuestiona por la manera de vestirnos, con colores extravagantes, cintas en el pelo, faldas con estampado poco común, pantalones pitillos, estampados militares, lentes grandes, etc., pero que causa en los adultos y personas de décadas pasadas, una manera de revolucionar el ambiente ya creado, y hoy en día es muy normal vestir este tipo de vestimenta, ya que nos vemos enfrentados como por ejemplo a los pantalones pitillos, que primeramente se veía mal porque se le estigmatizaba como punk, y luego que pasa un poco este pensamiento, se da que los hombres con pantalones ajustados, se veían menos masculinos según la opinión pública, y daban la apariencia homosexual, pero que hoy, el hombre que usa la ropa mas ajustada, pasa desapercibido he incluso es la moda actual de él es vestir todo tipo de vestuario que sea más apretado, dejando atrás polerones y casacas anchas, que no muestren la figura.

La mayoría de nosotros se preguntarán ¿por qué los padres mirarán con pudor estos estilos?, y es porque en las generaciones del 60’ y 70’, se vestía de manera más tradicional y cómoda, y además debían regir ciertos aspectos en cuanto a la política que gobernaba. Entonces los que vestían de manera diferente daban la sensación de rebeldía, como se vio con los hippie en los 60’, sobresalieron por su pasividad y leyes a favor de la paz y de la unión, lo que provocó críticas y marginalización social. Muchos aspectos físicos tenían que ser reprimidos por miedo al famoso “que dirán”, y también por las situaciones políticas, lo que finalmente no se mostraba lo que de verdad se quería proyectar y dar a conocer hacia la demás gente.

Antiguamente las personas se dejaban llevar por la sociedad y por lo que les imponía un sistema de reglas y obediencia que se debía seguir, los que pensaban distinto y se mostraban a la luz con algo que los diferenciara, como en este caso es la moda. Muchas veces eran estigmatizados por estas razones. Pero hoy no, ya que vivimos en una sociedad en las que tenemos muchas más oportunidades de expresión, ya no existe el miedo de mostrar lo que pensamos, salen muchas más opiniones a flote, las cuales nunca antes se hubieran podido manifestar libremente, por los sistemas y por la sociedad, y ahora se dan sin temor a represalias. Pero l0o que si debemos tener en cuenta, es que nunca podemos dejar que nos repriman y que nos obliguen a pensar de una manera, de la cual no sentimos o no queramos, ya que si nos damos cuenta, los jóvenes aceptan y absorben todo tipo de información y de conocimiento que le da la saciedad, pero llega un punto en que está en sus manos seguir un camino, sea cual fuere su estilo de vestir y de ser, es parte de la vida encontrarse y definirse a partir de todo lo aprendido, peor esto no quiere decir que nos dirijamos a hacer cosas “a tontas y a locas”, siempre tenemos que tener la cordura y la disposición a ser tolerantes y a respetar el entorno, solo así podremos convivir de una manera más amena y seguir construyendo el mundo, evolucionando la sociedad a una más flexible y solidaria.

Fernanda Yañez